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lunes, 8 de abril de 2013

Hola hola :D! (SORTEO)

Bueno chicos pues hoy vengo sólo, de momento, para traeros un sorteo que realiza una chica para celebrar sus 100 seguidores en el blog (aunque no sé como lo habrá hecho que ha pasado menos de un mes y ya tiene 197).
El premio es un ejemplar del increíble libro: "Los días que nos separan". Yo, personalmente, participo porque tengo unas ganas increíbles de leerme el libro y pues ya de paso ayudo a una bloggera a que su blog se conozca un poquito más aún.
Todos los que estéis interesados en el libro no dudéis en participar, es muy fácil:3
Os dejo la entrada en la que está toda la información: http://ilovebooks90.blogspot.com.es/2013/03/100-seguidores-gracias-sorteo.html?showComment=1364919370395#c4611930913400562557

viernes, 5 de abril de 2013

Confianza

Me duele ver como personas a las que creía importantes, de confianza, se han ido perdiendo con el tiempo, se van como desvaneciendo, dejando tras de sí un gran rastro de huellas imborrables.
Duele pensar cómo te puede llegar a traicionar hasta la persona que menos te lo esperas, aquella que es tan importante para ti que darías todo por ella. Te pasas las noches hablando con esa persona, contándole todos tus problemas, diciendo tonterías, disfrutando de la conversación, para enterarte después de que va contando tus cosas por ahí, enseñando conversaciones que hablan sobre cosas privadas tuyas y por si fuera poco, interpretando de ellas cosas que no son.
Pero lo peor de todo es que éstas conversaciones no se enseñan a gente con la que tu te llevas bien y, en cierta medida, te puede dar igual... Que va, se las enseña a una de las personas que sabe que menos soporto... El momento en el que te enterás de traiciones de éste tipo produce una sensación similar al que te tiren un jarro de agua fría por el cuerpo en pleno invierno.
Ahora bien, después de reflexionar un poco decides preguntarle cual ha sido su motivo. Empiezas diciendo un: "Tenemos que hablar", esperando que al día siguiente se te acerque y pregunte (y más sabiendo que estás enfadada) pero todo se queda en ese "tenemos que" y nunca se produce la conversación. Ahí es cuando se demuestra el verdadero interés que tiene esa persona en ti, en estar bien contigo... Lo importantísima que le has parecido (ironía por supuesto). Otro jarro de agua fría más.
Ésto señores, es a lo que lleva la confianza.. En cierta medida, la confianza puede estar bien pero llega un momento en que da asco, mucho asco. Lo único que trae consigo es decepciones, jarros de agua fría y llantos. Pérdidas, traiciones y un sinfín de cosas negativas.

"Elige bien en quién confías."

domingo, 31 de marzo de 2013

Apariencias.

Creo que hoy, por fin, puedo decir que vuelvo a estar bien y que vuelvo a tener esa sonrisa que tanto me gusta tener. Una sonrisa verdadera, sin disimulos.
Hoy ha vuelto de vacaciones (no le esperaba hasta mañana) y he dejado a un lado el orgullo para hablarle... Me ha costado muchísimo, pero al fin y al cabo era algo que necesitaba hacer. Me estaba matando el hecho de estar mal con él.
Después de arreglarlo le he dicho que leyera unos tweets y no sé si sabéis lo feliz que me ha hecho. Estaba muerta de vergüenza porque los fuera a leer, supongo que a nadie el hace gracia que el destinatario de tweets de éste tipo: "Le echo de menos", "Le quiero" y demás tweets haciendo alusión a vivencias con él, los lea... No es gracioso. Se pasa mal (o al menos yo lo paso mal).
Bueno pues, he de decir que en uno de los tweets ponía: 'Pero lo mejor, sin duda, son sus: "Buenas noches pequeña","Buenas noches bicho" y demás apelativos adorables acompañando su "Buenas noches".' y que nada me podría haber hecho más feliz, que el hecho de que al irse me haya puesto: 'Buenas noches bicho/pequeña o lo que tu quieras que te llame princesa.' , que mi contestación automática haya sido: 'Gracias. Aunque pieneses que soy tonta por ello, lo necesitaba.' y que su contestación haya sido: 'No eres tonta<3'.
Ese chico es puro amor y de verdad que tú le ves y es el típico chico deseable, flipadillo, guapo, que está super buenísimo y que puede tener a la chica que le de la real gana, pero luego a la hora de hablar con él, es la persona más buena y adorable que existe. Al principio le taché de asqueroso y creído, diciéndome a mí misma qeu jamás me llevaría bien con él y que mantendría las distancias para que no me cazara, y ya me véis... Ahora somos inseparables.
Y me da pena, porque he tenido que estar una semana sin hablarle para darme cuenta de que le necesito más que a nada en el mundo y que las apariencias engañanan, si no es siempre, el 98% de las veces. 

"Uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde."
"Las apariencias engañan." 

jueves, 28 de marzo de 2013

Perdida.

No sé si os habrá pasado alguna vez eso de que decides cortar todo tipo de comunicación que mantienes con esa persona que tanto te hace sufrir (y que a la vez te hace feliz). Yo lo he hecho dos, en los últimos dos meses, y he de decir que por una parte está bien pero por otra es insoportable.
La primera vez que lo hice fue porque mi relación con el susodicho había llegado hasta el punto de ser insostenible. Me pasaba el día amargada, cada vez que hablábamos terminábamos por discutir, siempre nos tomábamos todo a la defensiva y así no podíamos seguir. Además, el defendía a muerte a una chica (que le gustaba) a la que yo no podía ni ver. Era una discusión tras otra y sí, él me gustaba, estaba realmente loca por él pero.. ¿Merecía la pena estar mal cada vez que hablábamos?
Mi respuesta en ese momento (después de una discusión) fue: NO, no merece la pena. Y en función a mi respuesta actué, y le dije: "No quiero que volvamos a hablar", instantáneamente el me bloqueó y cortó todo tipo de comunicación que pudieramos tener.
Los primeros días fueron duros, estuve realmente mal, deseando poder dar marcha atrás, incluso tuve algún momento en el que hice algún amago y le mandé un privado.. Pero no. No podíamos volver a estar como antes. Nuestra relación solo volvería a existir en el caso de que retomaramos la que teníamos al principio y eso era imposible. Poco a poco fui superándolo y pasando página y he llegado a un punto de que ya casi no me importa pero cuando le veo sigo temblando (para que mentir).
Ahora es cuando llega eso de: "UN CLAVO SACA A OTRO CLAVO", pues bien, eso es lo que me pasé, aunque el segundo clavo todavía está en proceso (por lo que tengo los dos clavados). Mejor dicho, estaba en proceso, porque no hacía más que liarme y hace tres días decidí cortar todo tipo de comunicación sin avisarle si quiera.
Muchos direis que eso es una locura, que no debería de haberlo hecho, y yo os diré que lo sé, que realmente me arrepiento de haberlo hecho pero tampoco rectifico. Sería muy fácil coger el móvil y dar al botón de desbloquear, ponerle un: "Holaaaaaa:D" o algo por el estilo, pero ni lo he hecho ni pienso hacerlo.
¿El resultado de todo ésto? Tengo dos clavos a medio "clavar", el segundo estable y el primero retomando su posición incial (de antes de que llegara el segundo), estoy peor que antes y realmente estoy perdida. No tengo ningún objetivo por el que luchar ni nadie a quién seguir, nadie que me coja de la mano y me diga: "camina conmigo", no sé que hacer. Estoy estancada.

lunes, 25 de marzo de 2013

Cansada.

Si, cansada, esa es la palabra exacta para describir mi estado actual. Siento que no puedo más y que todo me pesa, que el límite de mi paciencia ha sido sobrepasado con creces y no se puede hacer nada para remediarlo. Día a día veo como gente a mi alrededor sonríe y disfruta, cómo todo es tan perfecto para ellos y cómo es todo tan jodidamente difícil para mi.
Hoy me he parado a pensar, a pensar en la última vez que fuí capaz de sacar una sonrisa sincera, no de esas fingidas que estoy poniendo últimamente, y he llegado a la conclusión de que eso ocurrió hace, exactamente, hace 6 meses, en septiembre. Ese mes fué mi mes, pero a partir de ahí se empezaron a torcer las cosas y no han vuelto a enderezarse.
Pérdidas de gente importante para mi, discusiones en casa, estrés estudiantil... No sé, una infinidad de cosas que por separado son inofensivas, pero cuando se juntan son apoteósicas. Todas esas cosas se han ido abriendo paso en mi vida y poco a poco han tomado las riendas de ella. A día de hoy, me es imposible desahacerme de ellas.
Y por si fuera poco, llegas tú rompiendo todos mis esquemas y mis planes de futuro, muy despacio y muy silenciosamente te has ido metiendo en mi vida con el fin de establecerte en algún punto de mi corazón. Bien pues, he de decirte que: Enoharbuena, lo has conseguido. Pero, ¿ahora qué? Está claro que tienes un millón de chicas detrás tuya (cómo para no tenerlas) y que me dan mil vueltas en todo, así que dime que se supone que tengo que hacer yo ahora.
¿Actúo? ¿Me alejo de ti cómo hice con el otro hace no mucho? ¿QUÉ SE SUPONE QUE TENGO QUE HACER? En serio, no tengo ni la más remota idea y eso me está matando.
Tú dices que soy borde y que no entiendes el por qué, pues con tus amigos soy lás persona más adorable que existe... Pues ¿quieres saber por qué? Simplemente por el jodido hecho de que si no mantengo las distancias me voy a pillar por ti de tal manera que no va a haber vuelta atrás y lo voy a pasar mal, y cómo podrás comprender eso es algo que no me conviene.
Así que bien, después de saber todo ésto dime, ¿qué quieres que haga? Porque yo se lo que me gustaría, sé lo que quiero y se lo que me conviene.. Pero ¿y a ti?

lunes, 4 de marzo de 2013

La peor sensación que existe.

Últimamente la gente sólo se dedica a reprocharme cosas y a meterse en mis asuntos, decir que estoy harta del tema se quedaría corto.
No se si sabéis lo que es pasar por no ser nada para una persona a serlo todo, sin término medio, y al cabo de un mes volver a ser nada. Que ésa persona que hace tampoco lo era todo para tí, ahora ni te dirija la palabra y se dedique a joderte la vida y a crear una especie de alianza para tratar de hundirte.
'Pasa de los que intentan hundirte' diréis, bien pues os puedo asegurar que a mi, el que intenten hundirme, me trae sin cuidado... El problema llega cuando te cruzas con ese que antes era tu todo (y que ahora es el 'cabecilla' de la flota destinada a hundirte) y ni os miráis a la cara. El problema llega cuando ves a esa persona, todos los días (exceptuando sábados y domingos) y pasas horas entre las mismas cuatro paredes que él. De verdad que no sabéis lo duro que es. 
Ahora bien, eso es duro, pero es que encima hay que sumarle el hecho de que por muchas putadas que me haya hecho y por mucho que pueda odiarle, cada vez que le veo se me pone el corazón a cien, me tiembla el pulso y se me entrecorta la respiración. Ahí es cuando el problema es realmente serio.
Cuando estás locamente enamorado de esa persona a la que deberías de odiar a muerte.
Todos te dicen lo estúpido que resulta por tu parte, pero ¿y qué? os aseguro que aunque os digan eso (o algo similar) un millón de veces, las cosas no van a cambiar, tus sentimientos no cambian así de fácil (ojalá). Al fin y al cabo, incluso tú ves ésto como algo estúpido e incoherente.
Tratas de buscar una solución al problema, día a día, te encierras en tus pensamientos durante horas tratando de sacar algo en claro, y al final del día... ¿Cúales son tus conclusiones? No tienes conclusiones. No encuentras absolutamente ninguna solución al problema que tienes enfrente.
Y esa sensación es la peor que se puede tener, la sensación de ser incapaz de encontrar una solución a un problema, y más si éste es tan simple como: un tonto (aunque intenso) enamoramiento adolescente.

sábado, 2 de marzo de 2013

Inseguridad.

Mi vida siempre ha sido una montaña rusa, con constantes subidas y bajadas, pero llevo unos cuantos meses en una bajada que nunca acaba, no logro ver el final ni tampoco encuentro la forma de frenar la caída.La única forma que veo de parar ésto es saltar, lanzarme al vacío con la esperanza de encontrar una colchoneta que me impulse de nuevo hacia arriba, pero no me atrevo. Cada movimiento que hago está embargado de una intensa sensación de inseguridad, que no parece disiparse por mucho que intente convencerme de que lo que estoy haciendo es lo correcto.
La inseguridad me va consumiendo poco a poco y no tengo ni idea de cómo hacer que desaparezca. Quiero que todo vuelva a la normalidad, desearía con todas mis fuerzas que ésta constante caída se convirtiera en una constante subida... Pero ¿cómo? No sé cómo actuar, he olvidado mi guión y ahora solo me queda improvisar, cosa que me resultaría mucho más fácil si desapareciera toda la inseguridad que vaga por mi interior.
Quizás necesito que alguien me coja y me lance al vacío o a alguien que tire de mí hacia arriba, pero sé que no hay nadie a mi alrededor que esté dispuesto a hacerlo, así que, lo único que me queda es dejar a un lado toda la inseguridad que tengo dentro y tomar una decisión definitiva.
No digo que vaya a ser fácil, pero tengo que conseguirlo, por mí.¿Cuánto más puede durar ésta bajada? ¿Habrá una colchoneta esperándome si decido saltar al vacío? Son dos preguntas que me hago a diario, mientras me repito una y otra vez que tengo que ser capaz de sonreír, al menos delante de la gente. Dos preguntas sin respuesta, una decisión que tomar.

sábado, 23 de febrero de 2013

Orgullo.

"Querido orgullo:
Me gustaría decirte que, a pesar de que te aprecio mucho y en ocasiones no me separo de ti, dejes de entorpecer esta relación y que las cosas fluyan.
Se que te cuesta y que necesitas una persona cabezota en la que vivir, sé que el es el candidato perfecto porque al fin y al cabo, el en sí es perfecto y tiene muchas ocasiones en las que puede/debe ser orgulloso... Pero de verdad te digo que esta no es una de esas ocasiones.
No sé si alguna vez has perdido a alguien a quien querías mucho, muchísimo, por tu propia culpa, no lo sé sinceramente, pero si lo has hecho sabes lo que se siente y te rogaría que te apartaras de esto porque hay gente pasándolo mal.
En el caso de que nunca hayas experimentado ese sentimiento, ya estoy yo para decirte que es asqueroso y que perjudica a ambas partes de la relación en la que te interpones.
No puedes imaginarte el daño que puedes llegar a hacer (el que me estás haciendo a mí ahora) y lo que molesta verte ahí, quieto, observando y apareciendo cuando lo crees conveniente, pero eso sí, nunca terminas de alejarte.
Me siento realmente estúpida por reaccionar de la forma impulsiva en la que reaccioné ayer, pero no me arrepiento de ello.. Estaba incluso dispuesta a olvidar todo lo que dijo él y pasárselo por alto, pero ese momento en el que preguntas: '¿Si dejamos de hablarnos para siempre te importaría?', ese momento en el que la relación depende de un si o un no. Y entonces llega ese incómodo momento, en el cual, el sujeto en cuestión no es capaz de pronuciar ese 'Si', NO ES CAPAZ. 
Y ahí está tu parte de culpa, esa contestación fantasma, que ambos esperan pero nunca llega. Esa contestación que esta enterrada bajo un enorme montón de rocas.
Por todo lo detallado anteriormente, te pido por favor que me concedas la solicitud de desaparecer, durante al menos un tiempo, del cuerpo que tienes preso. Por favor, de verdad.
Att.: Sara Setentaycuatro."

miércoles, 20 de febrero de 2013

Ésta soy yo.



Empezaría diciendo, como lo hace el 99% de las personas, aquello de que odio los lunes, pero creo que se sobrevalora. ¿Odio los lunes? Yo digo que odio los lunes, martes, miércoles, jueves, domingos e incluso la mayor parte de los viernes. Más concretamente, odio eterno a los días en los que tengo que madrugar en contra de mi voluntad… Y ahora os preguntaréis, ¿y por qué los domingos? Pues simplemente por el hecho de que son días, por lo general, deprimentes y de resaca, pero a la vez son una especie de salvavidas. Me explico: tienes un examen el lunes, para el cual no has abierto ni un solo libro, estamos a viernes… ¿quién estudia el viernes o el sábado? nadie, utilizas el domingo para estudiar. Cuando no los empleas como salvavidas, te dedicas a reflexionar sobre tu existencia, tus actos, tu pasado, tu presente… Sobre tu vida en general. Y con esto explicaría el calificativo de deprimentes. Y cuando no los empleas ni como salvavidas ni como día de reflexión, es porque tienes una resaca de las tres copas de más que te bebiste el sábado.
Ahora bien, después de expresar mí odio eterno hacia todos los días de la semana, exceptuando el sábado (ya que significa fiesta), pasaré a la parte realmente importante y que puedo decir que me describe y me hace única, o tal vez no.

Estudiante de 1º de BI (Bachillerato Internacional) que día a día se da cuenta de la locura que cometió al adentrarse en ese mundo; le recomendaban para gente a la que le gusta participar en clase, ordenada, con capacidad de organizarse el tiempo, que lleva los estudios al día, y una infinidad de cosas más, tipo: “Estudiante ejemplar”. Exigían un 7 de media en cuarto de la ESO para poder acceder. Bien pues, mi media es de un 7 justo, y digamos que la organización y lo de ser ordenada no va con migo, lo de llevar los estudios al día menos y lo de participar en clase… Ya ni hablemos. Perfil completamente opuesto al recomendado para hacer este bachillerato y aquí estoy. Mientras el resto de mi clase se mata, literalmente, a estudiar, yo estudio el día de antes del examen un par de horas y saco la misma nota que ellos. ¿Orgullosa? Lo estuviera si esas notas rondaran el 8-9 como siempre, pero están más bien entre el 3 y el 6. De momento, nada preocupante, ya que no está nada mal para no estar haciendo absolutamente nada.

Después de mi rollo sobre mi “supermegahiper” acertada decisión de meterme al BI, pasaré a decir que soy española y también aprovecho para deciros que odio profundamente a España. Sinceramente, creo que nací aquí por equivocación… Yo debería de haber nacido en algún lugar de la costa de los Estados Unidos, posiblemente en algún lugar de la costa californiana. Deseando con todas mis fuerzas acabar el bachillerato e irme a cualquier lugar, lejos de Madrid. Como principal candidato: Estados Unidos, seguido de: Cataluña.

Si me preguntas por un equipo de fútbol, claramente de diré que con el Fútbol Club Barcelona a muerte; si quieres saber mi color favorito, te informo de que el azul me apasiona, pero el morado me vuelve loca; si hablamos de vestir, dónde quiera que esté un chándal o unas converse con una sudadera y unos vaqueros… Que se aparte el resto, aunque si hay que arreglarse no tengo ningún problema, es más, raro es el sábado que se me ve sin arreglar y de marrón; si tuviera que elegir un objeto de entre todos los que tengo, mi cámara de fotos, sin dudarlo ni un solo segundo. De entre los animales, me quedo con el delfín o el lobo y en el caso de ser doméstico… Un perro, pero de éstos grandes, a ser posible, un Husky.

Me apasiona cantar y bailar, es lo que me ayuda a desfogarme. La lluvia es mi mejor amiga y no me verás en casa ni un solo día de lluvia, siempre a la calle a aprovecharla y sin paraguas, por supuesto.  Amante de los libros, no tanto de las películas. Mi nivel de vicio al móvil y al ordenador supera todas las estadísticas. La biología me encanta, más concretamente la genética, y soy una pequeña genio matemática. Adicta al chocolate. Twittera por naturaleza.

A simple vista puedo parecer la persona más borde, superficial y egocéntrica que existe, pero si te esfuerzas un poquito, por conocerme, sabrás que es una simple armadura que uso, para protegerme de la falsedad y de la gente en general. Nunca he estado enamorada, he llegado a querer mucho, muchísimo, pero nadie ha sido capaz de enamorarme, quizás porque yo no me he dejado o quizás porque nadie ha sido lo suficientemente bueno, pero el caso es que no lo han conseguido. 

Soy de esas que no dicen te quiero, jamás. Me limito a demostrarlo y, creo, que las personas a las que quiero se lo dejo bastante claro. Si tengo algo en contra tuya ten por seguro que iré a decírtelo y a la cara, no soy de esas que van hablando a las espaldas o que se dedican a insultar por cualquier chat. ‘Odio las malas caras y sospecho de las sonrisas’, típica frase, pero es la pura verdad. Nunca pido nada que sé que la otra persona no puede darme y jamás pido ayuda por muy jodida que esté.

Una de las mejores personas que existen actualmente, quizás un poco egoísta a veces y algo borde otras tantas, pero en el fondo soy de lo mejor que hay, sólo tienes que pararte a conocerme y no juzgar a la primera de cambio. Ahora, eso sí, si me jodes ten claro que te la devolveré, de alguna manera u otra, lo haré.

Superficial, insegura e impulsiva el 95% de la veces… Y así me pasa, acabo diciendo cosas que no debería decir y pues, siempre acaba alguien mal. Juro que no lo hago aposta y que si digo algo, es porque en ese de verdad pienso/siento lo que estoy diciendo, lo que suele pasar es que a los cinco minutos me arrepiento de haberlo dicho. ¿Miedo a lo que pueda pasar? Posiblemente, quizás, tal vez, puede… 

Difícil de impresionar y aún más difícil de conseguir. No me considero para nada una chica fácil, a no ser que lleve un par de copas de más encima… Ahí ya las cosas empiezan a cambiar y surge mi ‘alter-ego’, al cual no controlo y no me hago responsable de sus actos. Dicho queda.

¿Chica común o diferente? No puedo decirlo yo, eso lo decides tú. Únicamente te digo que si me dieran a elegir entre hacer feliz a millones de personas o hacerme feliz a mí, claramente escogería lo primero.