Followers

domingo, 31 de marzo de 2013

Apariencias.

Creo que hoy, por fin, puedo decir que vuelvo a estar bien y que vuelvo a tener esa sonrisa que tanto me gusta tener. Una sonrisa verdadera, sin disimulos.
Hoy ha vuelto de vacaciones (no le esperaba hasta mañana) y he dejado a un lado el orgullo para hablarle... Me ha costado muchísimo, pero al fin y al cabo era algo que necesitaba hacer. Me estaba matando el hecho de estar mal con él.
Después de arreglarlo le he dicho que leyera unos tweets y no sé si sabéis lo feliz que me ha hecho. Estaba muerta de vergüenza porque los fuera a leer, supongo que a nadie el hace gracia que el destinatario de tweets de éste tipo: "Le echo de menos", "Le quiero" y demás tweets haciendo alusión a vivencias con él, los lea... No es gracioso. Se pasa mal (o al menos yo lo paso mal).
Bueno pues, he de decir que en uno de los tweets ponía: 'Pero lo mejor, sin duda, son sus: "Buenas noches pequeña","Buenas noches bicho" y demás apelativos adorables acompañando su "Buenas noches".' y que nada me podría haber hecho más feliz, que el hecho de que al irse me haya puesto: 'Buenas noches bicho/pequeña o lo que tu quieras que te llame princesa.' , que mi contestación automática haya sido: 'Gracias. Aunque pieneses que soy tonta por ello, lo necesitaba.' y que su contestación haya sido: 'No eres tonta<3'.
Ese chico es puro amor y de verdad que tú le ves y es el típico chico deseable, flipadillo, guapo, que está super buenísimo y que puede tener a la chica que le de la real gana, pero luego a la hora de hablar con él, es la persona más buena y adorable que existe. Al principio le taché de asqueroso y creído, diciéndome a mí misma qeu jamás me llevaría bien con él y que mantendría las distancias para que no me cazara, y ya me véis... Ahora somos inseparables.
Y me da pena, porque he tenido que estar una semana sin hablarle para darme cuenta de que le necesito más que a nada en el mundo y que las apariencias engañanan, si no es siempre, el 98% de las veces. 

"Uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde."
"Las apariencias engañan." 

jueves, 28 de marzo de 2013

Perdida.

No sé si os habrá pasado alguna vez eso de que decides cortar todo tipo de comunicación que mantienes con esa persona que tanto te hace sufrir (y que a la vez te hace feliz). Yo lo he hecho dos, en los últimos dos meses, y he de decir que por una parte está bien pero por otra es insoportable.
La primera vez que lo hice fue porque mi relación con el susodicho había llegado hasta el punto de ser insostenible. Me pasaba el día amargada, cada vez que hablábamos terminábamos por discutir, siempre nos tomábamos todo a la defensiva y así no podíamos seguir. Además, el defendía a muerte a una chica (que le gustaba) a la que yo no podía ni ver. Era una discusión tras otra y sí, él me gustaba, estaba realmente loca por él pero.. ¿Merecía la pena estar mal cada vez que hablábamos?
Mi respuesta en ese momento (después de una discusión) fue: NO, no merece la pena. Y en función a mi respuesta actué, y le dije: "No quiero que volvamos a hablar", instantáneamente el me bloqueó y cortó todo tipo de comunicación que pudieramos tener.
Los primeros días fueron duros, estuve realmente mal, deseando poder dar marcha atrás, incluso tuve algún momento en el que hice algún amago y le mandé un privado.. Pero no. No podíamos volver a estar como antes. Nuestra relación solo volvería a existir en el caso de que retomaramos la que teníamos al principio y eso era imposible. Poco a poco fui superándolo y pasando página y he llegado a un punto de que ya casi no me importa pero cuando le veo sigo temblando (para que mentir).
Ahora es cuando llega eso de: "UN CLAVO SACA A OTRO CLAVO", pues bien, eso es lo que me pasé, aunque el segundo clavo todavía está en proceso (por lo que tengo los dos clavados). Mejor dicho, estaba en proceso, porque no hacía más que liarme y hace tres días decidí cortar todo tipo de comunicación sin avisarle si quiera.
Muchos direis que eso es una locura, que no debería de haberlo hecho, y yo os diré que lo sé, que realmente me arrepiento de haberlo hecho pero tampoco rectifico. Sería muy fácil coger el móvil y dar al botón de desbloquear, ponerle un: "Holaaaaaa:D" o algo por el estilo, pero ni lo he hecho ni pienso hacerlo.
¿El resultado de todo ésto? Tengo dos clavos a medio "clavar", el segundo estable y el primero retomando su posición incial (de antes de que llegara el segundo), estoy peor que antes y realmente estoy perdida. No tengo ningún objetivo por el que luchar ni nadie a quién seguir, nadie que me coja de la mano y me diga: "camina conmigo", no sé que hacer. Estoy estancada.

lunes, 25 de marzo de 2013

Cansada.

Si, cansada, esa es la palabra exacta para describir mi estado actual. Siento que no puedo más y que todo me pesa, que el límite de mi paciencia ha sido sobrepasado con creces y no se puede hacer nada para remediarlo. Día a día veo como gente a mi alrededor sonríe y disfruta, cómo todo es tan perfecto para ellos y cómo es todo tan jodidamente difícil para mi.
Hoy me he parado a pensar, a pensar en la última vez que fuí capaz de sacar una sonrisa sincera, no de esas fingidas que estoy poniendo últimamente, y he llegado a la conclusión de que eso ocurrió hace, exactamente, hace 6 meses, en septiembre. Ese mes fué mi mes, pero a partir de ahí se empezaron a torcer las cosas y no han vuelto a enderezarse.
Pérdidas de gente importante para mi, discusiones en casa, estrés estudiantil... No sé, una infinidad de cosas que por separado son inofensivas, pero cuando se juntan son apoteósicas. Todas esas cosas se han ido abriendo paso en mi vida y poco a poco han tomado las riendas de ella. A día de hoy, me es imposible desahacerme de ellas.
Y por si fuera poco, llegas tú rompiendo todos mis esquemas y mis planes de futuro, muy despacio y muy silenciosamente te has ido metiendo en mi vida con el fin de establecerte en algún punto de mi corazón. Bien pues, he de decirte que: Enoharbuena, lo has conseguido. Pero, ¿ahora qué? Está claro que tienes un millón de chicas detrás tuya (cómo para no tenerlas) y que me dan mil vueltas en todo, así que dime que se supone que tengo que hacer yo ahora.
¿Actúo? ¿Me alejo de ti cómo hice con el otro hace no mucho? ¿QUÉ SE SUPONE QUE TENGO QUE HACER? En serio, no tengo ni la más remota idea y eso me está matando.
Tú dices que soy borde y que no entiendes el por qué, pues con tus amigos soy lás persona más adorable que existe... Pues ¿quieres saber por qué? Simplemente por el jodido hecho de que si no mantengo las distancias me voy a pillar por ti de tal manera que no va a haber vuelta atrás y lo voy a pasar mal, y cómo podrás comprender eso es algo que no me conviene.
Así que bien, después de saber todo ésto dime, ¿qué quieres que haga? Porque yo se lo que me gustaría, sé lo que quiero y se lo que me conviene.. Pero ¿y a ti?

lunes, 4 de marzo de 2013

La peor sensación que existe.

Últimamente la gente sólo se dedica a reprocharme cosas y a meterse en mis asuntos, decir que estoy harta del tema se quedaría corto.
No se si sabéis lo que es pasar por no ser nada para una persona a serlo todo, sin término medio, y al cabo de un mes volver a ser nada. Que ésa persona que hace tampoco lo era todo para tí, ahora ni te dirija la palabra y se dedique a joderte la vida y a crear una especie de alianza para tratar de hundirte.
'Pasa de los que intentan hundirte' diréis, bien pues os puedo asegurar que a mi, el que intenten hundirme, me trae sin cuidado... El problema llega cuando te cruzas con ese que antes era tu todo (y que ahora es el 'cabecilla' de la flota destinada a hundirte) y ni os miráis a la cara. El problema llega cuando ves a esa persona, todos los días (exceptuando sábados y domingos) y pasas horas entre las mismas cuatro paredes que él. De verdad que no sabéis lo duro que es. 
Ahora bien, eso es duro, pero es que encima hay que sumarle el hecho de que por muchas putadas que me haya hecho y por mucho que pueda odiarle, cada vez que le veo se me pone el corazón a cien, me tiembla el pulso y se me entrecorta la respiración. Ahí es cuando el problema es realmente serio.
Cuando estás locamente enamorado de esa persona a la que deberías de odiar a muerte.
Todos te dicen lo estúpido que resulta por tu parte, pero ¿y qué? os aseguro que aunque os digan eso (o algo similar) un millón de veces, las cosas no van a cambiar, tus sentimientos no cambian así de fácil (ojalá). Al fin y al cabo, incluso tú ves ésto como algo estúpido e incoherente.
Tratas de buscar una solución al problema, día a día, te encierras en tus pensamientos durante horas tratando de sacar algo en claro, y al final del día... ¿Cúales son tus conclusiones? No tienes conclusiones. No encuentras absolutamente ninguna solución al problema que tienes enfrente.
Y esa sensación es la peor que se puede tener, la sensación de ser incapaz de encontrar una solución a un problema, y más si éste es tan simple como: un tonto (aunque intenso) enamoramiento adolescente.

sábado, 2 de marzo de 2013

Inseguridad.

Mi vida siempre ha sido una montaña rusa, con constantes subidas y bajadas, pero llevo unos cuantos meses en una bajada que nunca acaba, no logro ver el final ni tampoco encuentro la forma de frenar la caída.La única forma que veo de parar ésto es saltar, lanzarme al vacío con la esperanza de encontrar una colchoneta que me impulse de nuevo hacia arriba, pero no me atrevo. Cada movimiento que hago está embargado de una intensa sensación de inseguridad, que no parece disiparse por mucho que intente convencerme de que lo que estoy haciendo es lo correcto.
La inseguridad me va consumiendo poco a poco y no tengo ni idea de cómo hacer que desaparezca. Quiero que todo vuelva a la normalidad, desearía con todas mis fuerzas que ésta constante caída se convirtiera en una constante subida... Pero ¿cómo? No sé cómo actuar, he olvidado mi guión y ahora solo me queda improvisar, cosa que me resultaría mucho más fácil si desapareciera toda la inseguridad que vaga por mi interior.
Quizás necesito que alguien me coja y me lance al vacío o a alguien que tire de mí hacia arriba, pero sé que no hay nadie a mi alrededor que esté dispuesto a hacerlo, así que, lo único que me queda es dejar a un lado toda la inseguridad que tengo dentro y tomar una decisión definitiva.
No digo que vaya a ser fácil, pero tengo que conseguirlo, por mí.¿Cuánto más puede durar ésta bajada? ¿Habrá una colchoneta esperándome si decido saltar al vacío? Son dos preguntas que me hago a diario, mientras me repito una y otra vez que tengo que ser capaz de sonreír, al menos delante de la gente. Dos preguntas sin respuesta, una decisión que tomar.